viernes, 5 de agosto de 2011

DIGNIDAD Y ORGANIZACIÓN CIUDADANA : ¡ Una oda al poder de las masas!

...tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro


tu boca que es tuya y es mia
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía...
(TE QUIERO. Mario Benedetti)

Por. Carlos Mario Marín Ossa *


"Colombia es un estado social de derecho" reza el artículo primero de la Constitución Política de Colombia; y más adelante dice: "fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general". Con el artículo número dos nos indica que "es fin esencial del Estado servir a la comunidad, promover la prosperidad general ... facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural".

En el municipio de Dosquebradas recientemente se han suscitado sendas manifestaciones ciudadanas para reclamar ese estado social, el servicio real a la comunidad por parte de sus gobernantes asentados en la alcaldía municipal y en el concejo; y por ende la prosperidad general de estos sufridos ciudadanos.

Y es que ante la magnitud del descalabro en desiciones trascendentales para el futuro del pueblo Dosquebradense, como lo han sido el proceso irregular e incomprensible de una actualización catastral tardía y hecha a las carreras, el posterior  proyecto de acuerdo para dar luz verde  al cobro de un impuesto predial basado en dicho proceso catastral y la expedición de un código de rentas municipales en donde se aprueban unas tarifas para la liquidación del impuesto predial tan altas y desfasadas con la realidad socioeconómica del municipio y de la infraestructura general comparada con municipios circunvecinos; el pueblo del otrora municipio industrial se pregunta ¿dónde quedó el estado social, la prevalencia del interés general, el servicio a la comunidad y la "prosperidad general"?

Por otro lado, el conflicto laboral y de dignidad humana vivido hasta hace poco en el hospital Santa Mónica, en donde la administración departamental y la del mismo centro médico, sometieron a médicos, paramédicos, personal de apoyo técnico, de laboratorio, administrativo y de servicios generales a condiciones de contratación indigna, con el desconocimiento flagrante y abusivo de sus derechos laborales, con el miedo constante y latente de perder sus puestos de trabajo; con lo cual se termina afectando la garantía de un acceso adecuado y de calidad de los pacientes al servicio de salud. Nos preguntamos entonces: ¿Dónde encontramos esas garantías sociales, de servicio y prosperidad general que nos otorga la carta magna?

Pues bien, ante la desfachatez y a indolencia de los dirigentes del Estado Dosquebradense, el pueblo ha rencontrado líderes y comunidades que como sensores de los peligros que nos acechan, identifican el problema, lo estudian y se movilizan para la defensa de su dignidad y de sus derechos. Porque un líder sueña, asume riesgos, revela dinamismo para afrontar las situaciones que van en contravía de sus derechos y los de la comunidad, modifica estas situaciones y si las condiciones no existen : las crea.

Los recientes movimientos ciudadanos en el tema de los avalúos catastrales y del predial, así como de la defensa de los derechos de los trabajadores del hospital Santa Mónica, revelan la fuerza de la unidad del pueblo y de su movilización bajo las premisas de organización, estudio y puesta en marcha. Porque tenemos deberes, pero también derechos. Los habitantes de Dosquebradas tenemos la triple condición de seres humanos, ciudadanos y contribuyentes. Como seres humanos merecemos un trato digno y justo, como ciudadanos el derecho a ser partede la sociedad y manifestar nuestra posición frente a la ciudad, su orientación presente y futura como medio en donde desarrollamos nuestra humanidad; y como contribuyentes el derecho  a recibir en inversión social, de forma equitativa, el producto de los impuestos que paguemos bajo condiciones justas. También a exigirle a los administradores que elegimos, que realicen su trabajo, que lo hagan bien y como reflejo del poder delegado por el pueblo, quien es el verdadero dueño de la riqueza material e inmaterial de Dosquebradas.

El pueblo Dosquebradense comienza a despertar de su letargo asumiendo las riendas de su destino por medio de la participación ciudadana consagrada en los artículos 20, 23, 37, 38, 40 y 103 de la constitución política. En las movilizaciones mencionadas se han agotado las fases de información, motivación, compromiso,organización y acción. Este es el verdadero ejercicio de la civilidad y la democracia que otorga poder al pueblo y lo catapulta para ser rector de su destino, desmitificando a una clase política obsoleta, anquilosada y regordeta, que naufraga en su ambición sin medida, en la ceguera de su egoísmo y que se ha convencido a sí misma que su posisción existe para ser adorada y servida por unos ciudadanos pobres, víctima de su irracionalidad e indiferencia cuando la realidad es que su posición existe para servir y reverenciar a la sociedad que los elige y sobre la cual se fundamenta su importancia.

La siguiente fase es desprendernos de esa clase política obsoleta y elegir nuevos líderes apoyados en la participación ciudadana, que quieran trabajar por la sociedad en la real dimensión y objeto de su razón de ser: "El servicio y el bienestar general".

* Candidato al Concejo de Dosquebradas por el Polo Democrático Alternativo.

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