viernes, 31 de mayo de 2019

EL GRAN HERMANO TE VIGILA




LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA
(George Orwell – 1984)




Por: Carlos Mario Marín Ossa

Los eventos acaecidos durante los meses de “gobierno” del señor Iván Duque, relacionados con la prensa y los periodistas que no convergen con la ideología y los intereses del partido de gobierno, nos traen al recuerdo la novela distópica 1984, del escritor británico (nacido en la India) George Orwell.

Un régimen totalitario somete a la población a la dictadura de la “verdad” que emana desde el designio del Gran Hermano, figura omnipresente que encarna  los intereses del Partido, y que se construye y canaliza a través del Ministerio de la Verdad. Allí, se construye la verdad cada día, de acuerdo a cómo evolucionan los acontecimientos y estos se alinean o no con los intereses del Partido, que es a su vez la reunión de los factores reales de poder de Oceanía (1), es decir, de los ricos de dicho país. Quien se atreve a cuestionar la “verdad” que se arma en cada jornada, es detectado por los ojos del Gran Hermano y su red de patriotas cooperantes; y es sometido a la persecución, al destierro, al lavado de cerebro o la muerte.

La realidad que vivimos las personas en estos tiempos de post modernidad, es altamente mediatizada, y su representación nos la presentan los medios masivos de comunicación. Y en el mundo capitalista, los medios de comunicación son en su mayoría propiedad del poder económico y político. Por lo tanto, la realidad que dichos medios y sus periodistas nos muestran, es aquella que a los dueños de los mismos les interesa que veamos; es la agenda pública que ellos quieren que pensemos y discutamos, mientras esos ricos se dedican a explotar a las masas humanas para enriquecerse más.

El partido de gobierno en Colombia hace parte de un sector de los ricos que han acaparado la tierra a través de diversos métodos de despojo, que tienen intereses en la explotación de la riqueza del suelo por medio del extractivismo, método primario de la economía que no implica desarrollo común ni generación de valor agregado para la sociedad, y por lo tanto, no genera desarrollo de las fuerzas productivas, con lo que la sociedad permanece en un estado de subdesarrollo que amplía cada vez más las brechas de la desigualdad social. Los acompañan en su cruzada, los ricos del poder financiero, industrial y comercial. Todos ellos en ministerios y embajadas. He aquí las razones de los ataques incesantes al proceso de paz, al conocimiento de la verdad del conflicto social y armado, a la Justicia Especial para la Paz, al resarcimiento de las víctimas, al asesinato genocida de los reclamantes de tierras.

En el epígrafe se lee LA GUERRA ES LA PAZ LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD LA IGNORANCIA ES LA FUERZA, conceptos tergiversados y anclados en el inconsciente colectivo de las gentes de Oceanía, con el fin de redefinir la realidad y la historia a través del accionar del Ministerio de la Verdad. Es el mismo método que utilizan Duque, sus socios y socias del partido de gobierno, redefiniendo la narrativa histórica del país. Los desplazados son ahora migrantes, los despojadores son tenedores de buena fe, los criminales de cuello blanco son buenos muchachos, los que defienden los derechos populares son terroristas vestidos de civil, la imposición de la élite en el Plan Nacional de “Desarrollo” es un pacto por Colombia. El anclaje, lo hacen los medios de comunicación de los ricos, que presentan el interés privado como si fuera público (Jürgen Habermas).

Al someter a la población a un torrente incesante de noticias sin profundidad, los medios contribuyen a que las personas se sientan informadas, pero sin comprender lo que les llega ni a qué intereses responde dicha información. Es de nuevo la instalación de la agenda pública que responde a intereses privados. Son formas de violencia organizada y de coerción masiva (M. de Moragas).

No en vano, Orwell nos describe en su novela como el Ministerio de la Verdad es un edificio de forma piramidal, pues este responde a la organización de la sociedad en donde el lumpen desprotegido se encuentra en la base y el Benefactor, el Gran Hermano, se encuentra en la cima. Desde las alturas todopoderosas y perfectas de esta distribución se irradia la “verdad” y se designa lo que es correcto y lo que no. Es la composición del fascismo, es la cualidad del gobierno colombiano y de sus socios.


Los periodistas e intelectuales colombianos como Diana Uribe, Santiago Rivas, Daniel Coronell, María Jimena Duzán y el equipo de Noticias Uno, han sido sometidos a inclemente persecución por parte del Gran Hermano colombiano y su Partido. Revista Semana se alineó con dicha persecución, pues sus propietarios son parte de la élite que comparte intereses (2). Ya había ocurrido en 1977, cuando los dueños del periódico El Tiempo despidieron al periodista Lucas Caballero Calderón –KLIM, cuando este publicó una columna en la que cuestionaba al entonces presidente Alfonso López Michelsen por una decisión de gobierno que favorecía sus intereses en una finca de su propiedad. Los entonces dueños del periódico El Tiempo eran los abuelos del actual director de la Revista Semana, y el presidente López, padre de Felipe, quien fue el que notificó a Daniel Coronell sobre la cancelación de su columna en la revista. 

Pero como durante toda la historia de la humanidad, al totalitarismo se le oponen las sociedades organizadas que buscan los derechos y la libertad.

Si el poder responde al ánimo de lucro, a la concentración de la riqueza, entonces, al poder se le toca en los bolsillos.

@MarioossaM

(1)     Oceanía, es el país imaginario en donde se desarrolla la novela 1984.
(2)     Ardila Lulle es dueño de: Canal RCN, WIN, LA FM, RCN Radio. 
        Sarmiento Angulo de: El Tiempo, City TV, Portafolio. 
       Santo Domingo de: Caracol, El Espectador, Blu Radio. 
       Jaime Gilinski de: Semana y Dinero.

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