martes, 21 de mayo de 2024

NO ES GUERRA, ES GENOCIDIO (PRIMERA PARTE)

 

Por:  Carlos Mario Marín Ossa

En días anteriores, se realizó en la ciudad de Pereira, un conversatorio acerca de la situación que afronta hoy el pueblo palestino, sometido a un genocidio por parte del Estado sionista de Israel. El evento abordó el contexto desde la historia, la política, la economía y lo ético – moral; porque en esta situación, hay que comprender muy bien todas las aristas que han desarrollado este conflicto, los actores que en el influyen y los intereses que están y han estado en juego.

El evento organizado por Opción marxista internacional, contó con la participación de Alí Saleh Hussein Nofal, vocero de la comunidad Colombo Paslestina, y quien desde hace décadas reside en Bogotá, luego que llegara a estas tierras siguiendo los pasos de su abuelo y de su hermano mayor, quienes echaron raíces en la capital colombiana como comerciantes de la comunidad Árabe, Sirio Libanesa y Palestina.

Con Alí Nofal tuvimos una entrevista, luego de su exposición en el evento, la que más adelante presentaremos, en una segunda entrega de este artículo. Por ahora, es importante hacer un resumen contextualizado del origen y evolución de la situación Palestina.

Lo primero que hay que decir, es que tanto el pueblo Árabe como el Judío son semitas, ya que hacen parte de los pobladores de la península arábiga y su desierto en los tiempos de los imperios Sumerio y Egipcio. Estos pueblos tenían lenguas familiares de una misma matriz lingüística, y como pueblos nómadas se desplazaban a través del territorio. Otra característica compartida, según Enrique Dussel, es que eran pueblos pobres que se encontraban en medio de imperios poderosos, a los que más tarde se le sumó el Romano, cuando conquistó el oriente próximo y tomó posesión de las tierras cercanas al mar Mediterráneo. Varios pueblos semitas emparentados con los Fenicios, comenzaron a desplazarse por el mar hacia las diferentes riveras asiáticas y europeas, en busca de comercio y nuevos territorios para vivir, otros pueblos permanecieron en el territorio, otros desaparecieron como producto de la colonización imperial romana.

Luego de la caída del imperio romano, y a través de los siglos, el pueblo árabe denominado palestino, se encontraba en el territorio al norte de la Mesopotamia en la rivera con el Mediterráneo y en las fronteras con África y Europa. Con el advenimiento del imperio Otomano que dominó por más de seiscientos años (incluídas partes de Europa y África), el pueblo Palestino estuvo bajo la égida Otomana (o Turca, como también se le conoce). Pero en 1914, con el inicio de la primera guerra mundial, el imperio Otomano tomó partido en favor del Imperio Alemán, de Austria Hungría y del Reino de Bulgaria, quienes perdieron la guerra, ganando Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia y el Reino de Japón. Con la pérdida de la guerra, el Imperio Otomano fue entregado a la administración francesa e inglesa, quedando el territorio de Cisjordania y Gaza en manos del imperio Inglés. Hacia 1923, oficialmente desapareció de forma oficial el Imperio Otomano. Para entonces, el territorio estaba ampliamente desocupado en extensos desiertos, y la población judía no superaba las 300 mil personas. En su mayoría, el pueblo judío se había desplazado hacia Europa desde los tiempos del Imperio Romano y más tarde hacia América. Bajo el mandato Británico de Palestina, Inglaterra apoyó la creación de una patria judía en el territorio palestino.

Alí Nofal, líder de la comunidad
Colombo Palestina. Foto: Carlos
Mario Marín Ossa
Con la llegada de la Segunda guerra mundial, y el conocido exterminio de los judíos en manos de Tercer Reich Alemán, al mando de Adolph Hitler, se dieron otros elementos geopolíticos y económicos que llevaron a Inglaterra a tomar decisiones para favorecer sus intereses y los de sus socios, entre los que se encontraban familias de judíos europeos ricos (quienes habían otorgado cuantiosos préstamos al Imperio Británico para afrontar la Segunda Guerra Mundial). Una vez ganada esta guerra, los ingleses apoyaron la creación de un Estado Judío en territorio Palestino (pese a que los palestinos vivían allí desde muchos siglos antes), enviando a los judíos europeos pobres que sobrevivieron al holocausto Nazi, aunque ninguno de ellos hubiese nacido en el Oriente Próximo. Esta idea, era una política ideada por el judío húngaro Theodor Herzl, que hacía parte de una familia burguesa europea y apoyada por otros ricos judíos banqueros y comerciantes. Esta política de crear un Estado judío de forma artificial en el territorio palestino, es a lo que se denomina Sionismo. Para hacer efectiva esta política, se hizo uso de técnicas y procesos coloniales que incluyen la violencia, el racismo, el apartheid por motivos étnicos y religiosos, la supremacía étnica y cultural; y por supuesto, el genocidio.

Hay que entender que, el sionismo es una política que además de apoderarse de un territorio ajeno para entregárselo a personas con identidad religiosa y de intereses; es una política de expansión violenta y a ultranza de un proyecto capitalista que se soporta en el despojo.

En noviembre de 1947, unos pocos países agrupados en la naciente Organización de las Naciones Unidas, votaron a favor de la creación de un Estado judío en el territorio Palestino (que se encontraba en poder de Inglaterra), y el 14 de mayo de 1948, el sionista David Ben – Gurión proclamó la independencia de Israel en territorio palestino.

La colonización judía de las tierras árabes palestinas, se ha dado a través de métodos violentos y de tierra arrasada, matanzas y desplazamiento, que han configurado a su vez respuestas de grupos y organizaciones Árabes de resistencia; algunas con métodos violentos también, como Hamas; otras a través de la política y la diplomacia como la Organización para la Liberación Palestina – OLP (hoy, Autoridad Palestina).

Los hechos más recientes, que datan de octubre del año 2023, desencadenaron una ofensiva violenta de Hamas en contra de ciudadanos judíos israelís; con una respuesta desproporcionada y brutal por parte de régimen sionista de Benjamín Netahyahu, que deja más de 34.000 personas palestinas asesinadas en seis meses, alrededor de 13.000 niños y niñas palestinas asesinadas y cerca de 9.000 mujeres palestinas asesinadas, según cifras de la propia ONU.

Este 20 de mayo de 2024, el jefe de fiscales de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, solicitó orden de arresto internacional inmediato en contra del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra y contra la humanidad, debido a las prácticas de exterminio como arma de guerra, empujar al hambre como arma de guerra, la violencia sexual como arma de guerra, el secuestro y la tortura como arma de guerra.

Solicitó además, orden de arresto internacional contra el ministro de defensa de Israel y contra varios líderes de Hamas.

P.D. Esperen en nuestra segunda entrega, la entrevista con Alí Nofal.

Alí Nofal con Opción Marxista Internacional.
Foto: Carlos Mario Marín Ossa