Por:
Carlos Mario Marín Ossa
@MarioossaM
En
el panorama político nacional se inicia un nuevo período presidencial, que
presenta una situación inédita en la historia de la nación: La posibilidad real
de terminar el conflicto armado y la oposición de una fuerza de extrema derecha
a que ello se materialice.
En
el discurrir de la agenda legislativa, el segundo gobierno del presidente
Santos, enfrentará una férrea oposición en cada uno de sus períodos, por cuanto
el POLO DEMOCRÁTICO propone modelos económicos, sociales y culturales que
beneficien a la gran mayoría de los colombianos. Entre tanto, el CENTRO
DEMOCRÁTICO se opondrá esencialmente a la feliz culminación de los procesos que
pongan fin al conflicto armado, e intentarán evitar (como ya se ha visto en las
sesiones del Congreso) la
materialización de algunas políticas que impulsaron cuando su líder fue
presidente de la república.
Pero
mucho va de la oposición que plantea y ejerce el POLO a la que realiza el
partido uribista.
Lo
primero que se debe resaltar, es que la oposición del partido de izquierda
siempre se ha basado en la confrontación de los modelos que han impulsado los
gobiernos hasta hoy, y que no garantizan el bienestar para todos, sino que lo
han brindado a una pequeña clase privilegiada. El partido uribista se forma
como reacción a la instalación de los diálogos de paz y al reconocimiento del
conflicto interno. Las políticas económicas y sociales de la unidad nacional son
en esencia las mismas de la mente uribista. Defienden los privilegios de una
clase dominante y emergente aunque el discurso sea de corte populista en
algunos aspectos.
La
oposición del POLO nace de la convicción profunda de que un país más justo es
posible y se sustenta en la movilización social de las grandes mayorías, esas
que Jorge Eliécer Gaitán llamó el país nacional; en tanto que la oposición
uribista se basa en la movilización de los intereses de las castas
ultraconservadoras que defienden el status quo y son gobierno desde los albores
de la república. Lo que Gaitán denominó el país político.
La
oposición del POLO busca que todos los sectores productivos nacionales tengan
prioridad frente a los extranjeros y garanticen el empleo de los nuestros y por
ende mejores condiciones de vida. Busca la salud como un derecho fundamental
efectivo, una educación pública de calidad, a cargo del Estado y con cobertura
y garantías para todos los colombianos, unos servicios públicos que desde el
Estado garanticen bienestar general y no que defiendan el lucro de pequeños
grupos económicos tradicionales o emergentes, y de forma especial el ejercicio
de la soberanía nacional.
La
oposición del Centro Democrático es responsable de un sistema de salud que
privatizó el servicio y ha ido diluyendo el derecho fundamental, como de la
eliminación de los derechos de los trabajadores con sus reformas laborales, de
la crisis contemporánea en el campo – entre otras actuaciones, le entregó el
AIS a los amigos ricos y poderosos del país-. La soberanía la entregaron en
manos de las corporaciones extranjeras a través de TLCs y convenios comerciales
varios.
Mientras
el POLO apoya la búsqueda de la paz y defiende el actual proceso aún cuando
espera que sea más profundo su sentido, el partido uribista busca detener este
anhelo con el fin de ocultar la verdad histórica de esta guerra y las
responsabilidades de quienes representa.
La
oposición del POLO es vocera de los anhelos del país nacional, mientras que la
oposición uribista corea los designios de un caudillo y su clase minoritaria.
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