lunes, 29 de octubre de 2012

RHINOS RUGBY CLUB. ¡Se la juegan toda por una pasión : EL RUGBY!


Por. Carlos Mario Marín Ossa *
        @MarioossaM

Colombia, país de pasiones deportivas, en donde durante diferentes etapas de la historia moderna hemos admirado a deportistas consagrados - por lo general de extracción humilde-  con fervor y admiración delirantes. ¿Cómo no recordar el ascenso de Lucho Herrera en el Alpe D´Huez y también su llegada triunfal a la meta en España, que lo consagró campeón de la ronda Ibérica? ¿Cómo olvidar al gladiador Miguel “Happy Lora” –exhausto- levantando sus brazos al ganar el título mundial de los Walter Junior, en los años ochenta? ¿Cómo no erizarse al ver de nuevo los cinco goles que la selección Colombia le asestó al equipo Argentino en pleno Monumental de Buenos Aires (perdoná Ricchetti)? ¿Cómo no hacer fuerza en los momentos que María Luisa Calle o la Chechi Baena realizaban sus últimos esfuerzos, para pasar primeras por la línea de meta en su bicicleta o en sus patines?  ¿Cómo no apretar los dientes hasta el punto de hernia, para ayudarle en la distancia a la “negra de oro” María Isabel Urrutia, para que alcanzara la primer medalla olímpica en la historia del país y la cúspide de sus sueños deportivos? ¿Cómo no recordar los sucesos de la reciente olimpíada, en donde esa hermosa chica llamada Mariana Pajón que antes de mostrar que es la mejor en su disciplina, habló con la convicción de quien ha hecho bien las cosas, no se las deja al azar y sabe lo que quiere y puede dar? Así mismo gozamos con Catherine Ibargüen y los demás deportistas colombianso que obtuvieron la gloria en Londres.

Pues bien, los quijotes no se acaban. Y aquí en el área metropolitana Pereira-Dosquebradas, encontramos a un grupo de jóvenes apasionados hasta el delirio por el rugby.
Rhinos rugby club es la musa de sus ilusiones deportivas  y centro de todos sus esfuerzos (y esto es cierto literalmente). Liderado entre otros por José Fernando García Baena –Licenciado en Matemáticas- quien oficia como Desarrollador (una suerte de gerente deportivo y administrativo) y capacitador de jueces; y por Jorge Acevedo - quien oficia como técnico del club-.


Fotografía/ Carlos Mario Marín Ossa


Llego a ellos por una referencia que me hiciera mi amigo Juan Alejandro Giraldo, un Licenciado en Deportes, por supuesto amante de los mismos y quien es también integrante del equipo y del club. Los encuentro en una cancha contigua al Colegio Fabio Vásquez Botero, en donde entrenan todos los sábados con tesón y sorteando las inclemencias del clima. Ahora entrenan en una cancha embarrada de lodo y aunque la vista de estos jóvenes empantanados, corriendo con un balón en la mano deja un cierto halo de romanticismo y nostalgia por el hecho de ver a quien persigue su quimera pese a la adversidad; lo cierto es que deberían entrenar en mejores condiciones.

Me acerco a José Fernando y este comienza a contarme lo básico del rugby: “El propósito del juego es ganar terreno utilizando la pelota sin cometer faltas. Para anotar el jugador debe entrar a la zona de “engol” y apoyar la pelota en el piso. Así se obtienen cinco puntos. Después de los puntos se puede patear hacia los palos (que tiene forma de H) y obtener dos puntos más. El pase del balón se hace siempre hacia atrás, se corre con apoyo y se debe mantener la continuidad del juego.  El equipo consta de 8 delanteros y 7 jugadores de línea. Los delanteros se encargan del juego fuerte, de la percusión (contacto con el rival). Los jugadores de línea son quienes deben correr hacia anotación por los espacios abiertos, ya que son los jugadores más rápidos”. Es un juego de estrategia y solidaridad. Advierto en sus explicaciones un tema de valores que maneja el deporte y que aporta el club como iniciativa. Aunque es un deporte fuerte, se manejan unos valores que se inculcan por parte de los directivos del club. Lo principal es divertirse. Pero también me cuenta José Fernando, que el rugby tiene un valor espiritual  implícito, que es el respeto por el juego. El respeto se inculca con insistencia; respeto por sí mismo, respeto por el contrario, por el juez y por el entrenador. La solidaridad y la persistencia son otros de aquellos valores. “Queremos que los jugadores sean ante todo buenas personas como primer paso y luego buenos jugadores de rugby”, me indica este joven batallador con su mirada grave.


Rhinos Rugby Club - Risaralda


Rhinos rugby club nació en 1999, cuando Germán Horacio Ordoñez llegó de Bogotá y trajo a Pereira la práctica de este deporte, que en Colombia se juega desde hace quince años; y que desde hace tres es deporte olímpico. Germán Horacio falleció hace algunos años, cuando se desempeñaba como veterinario del zoológico Matecaña; y fue atacado por “Pirinolo” el elefante que alguna vez estuvo en el zoológico privado de Pablo Escobar Gaviria. Hoy en honor a él (a Germán Horacio, por supuesto, que no va a ser al elefante) y a su legado, se juega en Pereira el “Torneo Rugby 15 –Germán Horacio Ordoñez-” en donde participan varios clubes masculinos y femeninos de  la zona.

En sus inicios, el club fue apadrinado por “Los Osos” de la Universidad Nacional de Bogotá. A través de su historia sólo ha tenido el apoyo del Colegio De La Salle y de la Universidad Católica, quienes han prestado sus canchas como sitio de entrenamiento. Actualmente tienen un patrocinio del gimnasio Skandinavia, quienes les ha proveído uniformes. De resto, trabajan casi que exclusivamente para el rugby. El sostenimiento es de su bolsillo. “Hoy está conformada la Liga Risaraldense de rugby, la que está adscrita a la Federación Colombiana del deporte; y esta a su vez a Coldeportes y al Comité Olímpico Colombiano. Varios jugadores del club han salido al extranjero, a países como Nueva Zelanda, Inglaterra, Francia, Argentina y Estados Unidos (lo que demuestra la calidad del club y su formación), también han pasado varios extranjeros por el mismo y actualmente entrenan con nosotros dos franceses”.

Pese al esfuerzo y dedicación, no han contado con apoyo de la empresa privada ni de los gobiernos locales. Cuando comenzó esta historia, presentaron cinco proyectos ante la alcaldía de Pereira –algunos de ellos en el anterior gobierno- pero ninguno ha sido atendido. “Hemos llegado a tener quinientos niños interesados en jugar rugby, sin que logremos desarrollar un proceso con ellos por falta de apoyo. No es nuestro interés lucrarnos de ello, pero si requerimos recursos para seguir el proyecto que es básicamente social. Hoy en día tenemos una escuela de niños, que se sostiene con un aporte mensual de ellos por valor de cinco mil pesos, para refrigerios y cosas del entrenamiento”.




Se encuentra Rhinos compitiendo en el torneo de las seis regiones con equipos de Manizales, Armenia, Caicedonia, Ibagué y Neiva; al lado del club “Arrieros” de la UTP. Esto en categoría masculina. En tanto se compite con clubes del país, al lado de los risaldenses “Hienas” y “Arrieras” en categoría femenina.
Rhinos rugby club, espera patrocinio para sus participaciones deportivas, sus sitios de entrenamiento  y para el fortalecimiento de sus escuelas de niños. La empresa privada puede posar sus ojos en este grupo de jóvenes quijotes que se la juegan toda por el rugby.

@MarioossaM

Crónica publicada originalmente, en Hojas Sentipensantes No. 8, edición Octubre-Noviembre de 2012.

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