lunes, 29 de septiembre de 2014

La Casa en el aire

Por: Carlos Mario Marín Ossa
        @MarioossaM


El ordenamiento territorial determina la vida de las comunidades, sus proyectos, sus relaciones con el medio ambiente y la proyección de las generaciones venideras en términos humanos sostenibles.

Uno de los anhelos más sentidos de las familias colombianas y que permiten desarrollar sus proyectos vitales es la vivienda. Con ella buscan el derecho a tener un terreno y un abrigo, a desarrollarse en sociedad, a formar una historia y compartir una cultura, a proyectarse en el tiempo y el espacio. Es decir, el derecho al territorio.

Como el territorio no se reproduce como cualquier artículo de fabricación en serie, ha sido y es codiciado por los acumuladores que buscan enriquecerse aún a costa de la miseria de millones de seres humanos. Y la especulación inmobiliaria en Colombia ha sido negocio de las clases dirigentes de siempre y de las emergentes de hoy.

Casas y urbanizaciones han sido construidas en terrenos de riesgo por sus condiciones topográficas, por la desforestación, por la invasión de las zonas de reserva forestal y fluvial que no resisten las cargas de la colonización inmobiliaria.

Es historia común en este Macondo nuestro. 

Las urbanizaciones que se derrumban en barrios populares de Barranquilla, Medellín, Bogotá, Manizales, Pereira y Dosquebradas – por citar algunas -, tienen en común la ambición de los “viviendistas” que por lo general pertenecen además a la élite política que también hace negocio con el agua, la energía eléctrica, la educación, la salud; con el monopolio  local, regional o nacional de la distribución de artículos en grandes superficies y con el acaparamiento de tierras en latifundios improductivos o dedicados a la ganadería extensiva, al monocultivo de palma de aceite o de otros productos que por lo general no son alimentos, a la explotación minera y más. Pero también al negocio de la especulación financiera. Sus cómplices ahora pertenecen a grupos emergentes que se han vendido para ocupar posiciones políticas y administrativas en los entes territoriales, a través de los cuales y con su concurso, burlan toda normatividad que quiera garantizar la seguridad a los inversores de las clases de menores ingresos, que acceden a programas estatales de vivienda.

Al drama actual de las familias del barrio Panorama Country en el municipio de Dosquebradas, cuyas casas invade el agua y cuyos materiales y el terreno en donde fueron construidas deja todas las dudas sobre la seriedad de las políticas que se siguieron en dicho proyecto, se suma la información acerca de un proyecto habitacional que aparentemente planea llevarse a cabo en el sector  de Villa Carola y la vereda Agua Azul. Dicho proyecto (según algunas informaciones) tendría la aprobación de la administración municipal y pretendería elevar unas torres de apartamentos que el terreno presuntamente no puede soportar. Además de ello, sería encaminado a entregarse  para que lo habiten varios miles de personas que no pertenecen precisamente a los actuales habitantes del municipio. Se trata de una población foránea que vendría a vivir al Dosquebradas, pero que paradójicamente no encontraría condiciones de empleo, ni equipamientos conexos al plan de vivienda que garanticen condiciones dignas de vida. La expansión de redes para servicios públicos domiciliarios, debería hacerse con dineros públicos, para apoyar un negocio inmobiliario privado en unos terrenos también de propietarios privados.

Es decir, la histórica expansión desordenada de Dosquebradas, desconocedora de las buenas relaciones con el medio ambiente y de la vida digna de los pobladores, encontraría un nuevo capítulo de abuso estatal para el favorecimiento de los intereses privados de pequeñísimos grupos.

Como la ambición desmedida y mezquina de los “gobernantes” viejos y nuevos está íntimamente conectada con la ignorancia y el desconocimiento de los derechos de los demás moradores dosquebradenses, seguramente se llevarán a cabo muchos proyectos del tipo aquí reseñado, saltándose las normas para construir la nueva versión de la casa en el aire, donde Ada Luz no está a salvo del acecho de situaciones indeseables, sino sometida a convivir con ellas y sucumbir en el proceso.


Pero las comunidades unidas han hecho respetar su territorio en múltiples oportunidades. Ese es de nuevo el llamado.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Las dos ciudades

Por : Carlos Mario Marín Ossa
         @MarioossaM



Se ha vuelto común escuchar sobre una serie de campañas que pretenden que hablemos los habitantes (seres humanos, ciudadanos y contribuyentes) de lo bueno que tienen nuestras ciudades. Nos invitan a ponernos la camiseta, a manifestar que “Yo Creo”, que Pereira es de todos (ni el megabús es de todos, pero todos sabemos de quién es), a decir Yo creo en Pereira, nos hablan de las bondades del clúster logístico en Dosquebradas, nos muestran la visión de Dosquebradas y Pereira 2032,  y más.

Los líderes pereiranos y dosquebradenses que proponen, organizan, financian y defienden estas campañas, tienen la particularidad de pertenecer a la élite económica y política tradicional de la región. Son delfines de las castas risaraldenses que han manejado y proyectado al departamento a su antojo. Los apoyan en ocasiones, sectores emergentes que han logrado el poder político y han llevado a sectores populares a estas instancias, pero no precisamente para realizar una construcción en bien de todos.

Para estos líderes que además tienen el poder de la pauta publicitaria en los medios de comunicación de la región; la ciudad va bien, es innovadora, es cultural, es apetecida por la inversión extranjera (hay confianza inversionista). Pero para miles de pereiranos y dosquebradenses que padecen y padecemos un sistema de salud pública colapsado y sin garantía del derecho, la ciudad no se ve bien. Los habitantes que se encuentran sin empleo o con uno en estado de informalidad y conflicto por el espacio público, la ciudad no es amable. Los empleados de Promasivo S.A. que se encuentran sin trabajo, sin pago de salarios ni seguridad social, la ciudad está mal. Las familias de los mismos, que vienen padeciendo hambre, deudas, inseguridad de vivienda por atraso del pago de arrendamiento, la ciudad no es remanso de paz. Los habitantes de ambas ciudades, que afrontaron un alza desmedida de avalúos catastrales y el incremento del predial, no ven la ciudad con ojos esperanzadores. Tampoco tienen esa alegre y optimista percepción, los estudiantes y líderes universitarios de la UTP que tienen en riesgo su vida tras las amenazas de muerte, y que con extraña insistencia desconocen autoridades administrativas y policiales.

Por eso, esa ciudad que intentan obligarnos a aceptar como real los gremios, las personas adineradas y de pedigree, la casta emergente propia y foránea, es sólo la negación de la realidad que vivimos cientos de miles de risaraldenses. Entiendo que desde una oficina ejecutiva en un edificio lujoso, desde el asiento de cuero de un automóvil de alta gama, desde la orgía desarrollada en una finca de la periferia rural, la ciudad puede verse muy atractiva. Pero esa no es la realidad de la mayoría.

En fin, la ciudad se ve diferente según sea el padecimiento vivido o el dividendo generoso del negocio financiero o especulativo.

Reconociendo los múltiples problemas, unidos podemos avanzar en la búsqueda y adopción de soluciones. Recuperar nuestro territorio, como una bancada social risaraldense debe ser una apuesta de todos.


lunes, 15 de septiembre de 2014

UNA BANCADA SOCIAL ALTERNATIVA

Por: Carlos Mario Marín Ossa
        @MarioossaM

Las elecciones territoriales del año 2015 comienzan a mostrar las caras “frescas” y las ya conocidas de quienes aspiran a quedarse con las curules en concejos, asamblea departamental, alcaldías y gobernación, y que como lo dice un reconocido periodista de estas tierras, pertenecen al cartel de los mismos.

Personajes que han pasado por la administración pública de Risaralda y sus municipios en medio de grandes cuestionamientos y denuncias acerca de sus actuaciones administrativas, del empleo de los recursos del fisco regional y del contubernio con el desmembramiento del patrimonio que se creó a través de generaciones de trabajo común, se preparan para llegar una vez más a través de los partidos tradicionales, a las mismas posiciones que dejaron hace pocos años en medio de una convulsionada y cada vez más pobre región. Incluso, hay quienes dicen aspirar a través de firmas pues quieren mostrar que la “renovación” es posible y necesaria.

El Polo Democrático y otros partidos y movimientos políticos y sociales alternativos, que salen día a día a buscar soluciones para los graves males que aquejan a nuestras ciudades y departamento, tienen en común un programa que defienden desde la movilización, desde la veeduría ciudadana, desde la acción sindical y comunitaria. Este programa común los reúne en las calles y aulas de clase, en los barrios y en las iglesias, en los espacios de encuentro ciudadano; y se constituye en la mejor presentación ante la sociedad de nuestra región para pedir el apoyo que los lleve a tener una representación amplia en las instancias políticas de concejos y asamblea, así como en la administración de los gobiernos municipales y departamental. Los disensos seguirán existiendo como parte integral de sus improntas particulares, pero los une la misma idea de cambio y bienestar social que los lleva converger en la movilización social. Pueden entonces constituir unidos una bancada social que le cambie la cara a la práctica política tradicional que gobierna para beneficio de un puñado de privilegiados risaraldenses, que conforman la casta económica y política que en los últimos 20 años nos sumió en un estado de postración social nunca antes visto en nuestra historia.

El desafío histórico para los sectores populares, sindicales, ciudadanos y políticos alternativos, nos invita hoy a mirar con sentido ético y moral la perspectiva de unidad en el programa y la acción con miras a alcanzar el poder político que permita un rescate de nuestras ciudades y el trazo de niveles del bienestar general que reclaman las gentes risaraldenses.

Hoy quedan damnificados en medio de la disputa por el poder político tradicional y por los meganegocios de infraestructura, movilidad, espacio público, salud, educación y hasta deporte, empleados de megabús, médicos, trabajadores y trabajadoras del sector salud; vendedores informales, contratistas e ingenieros. Con salarios pírricos, con contratos tercerizados, abusados en su dignidad personal y profesional, con negación del acceso efectivo a la salud y a la educación, miles de pereiranos, dosquebradenses y en general risaraldenses, se debaten entre soportar los abusos o conservar un puesto de trabajo incierto, pagar unos servicios públicos cada vez más costosos o comprar comida, hacer la fila para pagar impuestos prediales y valorizaciones que no se compadecen con un nivel de desempleo altísimo y los ingresos cada vez más escasos. Mientras tanto, son pan de cada día las denuncias sobre hechos de corrupción, inseguridad creciente, feria del patrimonio común e incapacidad administrativa y política del cartel de los mismos, para ofrecer soluciones estructurales a las demandas de esta sociedad.


Una bancada social alternativa es el reto de todos para comenzar a cambiarle la cara a este panorama que no invita al optimismo.

martes, 9 de septiembre de 2014

Libreta, hambre y muerte.

Por: Carlos Mario Marín Ossa
        @MarioossaM

La persecución política en los albores de la violencia colombiana - que nos fustiga desde la década de los años cuarenta - determinó un elemento esencial para matar de hambre a los opositores políticos y el cual con los años sirvió como excusa para matar y enviar a matar, a una clase social desposeída. Ese elemento que determinaron las élites económicas, sociales y políticas, es la libreta militar.

Como se narra en la historia oficial, pero con mayor detalle y mejor memoria en la investigación histórica de sectores académicos y sociales; décadas antes de la insurrección popular que se desató con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán Ayala, ya los terratenientes y gamonales de pueblo, secundados por la dirección política del país, habían utilizado durante las votaciones la retención de las cédulas de ciudadanía de los liberales como medio de estigmatización, persecución y exclusión política, desplazamiento y sentencia de muerte.

Con el estallido del Bogotazo y su reflejo en todo el país, la policía y el ejército se politizaron hacia el conservatismo, su doctrina e intereses. Fue fácil identificar a los liberales, con el fin de impedir que ingresaran a las filas de la fuerza pública. De todas formas, también había una gran masa de pobres que confundidos atacaban a su pueblo y defendían a quienes victimizaban al país nacional bajo las consignas de la fe, la moral y el derecho de la nobleza criolla. Y la libreta militar fue el elemento que permitió el acceso al trabajo para un sector político y la condena al hambre para el otro sector.

Casi setenta años después, la libreta militar sigue siendo el elemento que desde los primeros años de vida de un colombiano varón, le indica si ante el Estado es un ciudadano de primera, segunda o tercera categoría. Por supuesto, le indica si su destino está en los campos de batalla, el servicio en condiciones desobligantes ante superiores no siempre respetuosos, o en el pago de cantidades económicas generalmente difíciles de asumir por las condiciones socioeconómicas de las familias. El argumento que vende la propaganda oficial para que se “pague” el servicio militar, y que llevan a las aulas de secundaria (incluso de primaria) los oficiales o suboficiales delegados para tal fin, es que el “Patriotismo” es un deber de todos los colombianos. Aquí me pregunto, ¿por qué la clase alta de nuestro país gobierna y es empleada en los altos cargos del Estado si no tienen nada o casi nada de patriotismo?.

Si no se tiene libreta militar, no se puede acceder al trabajo, que para la gran mayoría de varones colombianos que logran el milagro de hacerse a uno bajo contrato (así sea de servicios o por obra), no se remunera más allá del salario mínimo.


Se constituye entonces la libreta militar en un elemento funesto de discriminación social en un Estado Social de Derecho que proclama la igualdad de sus nacionales ante ese Estado y la Ley. Pero además, condena a los humildes a morir en medio de un conflicto armado que se alimenta en los dos bandos, con la sangre de hombres y mujeres humildes de un mismo sector social. Impele a subalternos de la fuerza pública, a utilizar el argumento del deber y el patriotismo, para reclutar de manera forzada e ilegal a miles de jóvenes pobres, contrariando la Ley que han jurado defender, y que a través de Sentencias de las Cortes (Sentencia de la Corte Constitucional C – 879 de 2011), les ordenan abstenerse de efectuar las mal llamadas “batidas” y a ignorar la objeción de conciencia en los estratos bajos, pues en los altos la objeción es de conveniencia y de estirpe,  y se paga con dinero.

O-POSICIONES: DEL POLO DEMOCRÁTICO AL CENTRO DEMOCRÁTICO.

Por: Carlos Mario Marín Ossa
        @MarioossaM

En el panorama político nacional se inicia un nuevo período presidencial, que presenta una situación inédita en la historia de la nación: La posibilidad real de terminar el conflicto armado y la oposición de una fuerza de extrema derecha a que ello se materialice.

En el discurrir de la agenda legislativa, el segundo gobierno del presidente Santos, enfrentará una férrea oposición en cada uno de sus períodos, por cuanto el POLO DEMOCRÁTICO propone modelos económicos, sociales y culturales que beneficien a la gran mayoría de los colombianos. Entre tanto, el CENTRO DEMOCRÁTICO se opondrá esencialmente a la feliz culminación de los procesos que pongan fin al conflicto armado, e intentarán evitar (como ya se ha visto en las sesiones del Congreso)  la materialización de algunas políticas que impulsaron cuando su líder fue presidente de la república.

Pero mucho va de la oposición que plantea y ejerce el POLO a la que realiza el partido uribista.

Lo primero que se debe resaltar, es que la oposición del partido de izquierda siempre se ha basado en la confrontación de los modelos que han impulsado los gobiernos hasta hoy, y que no garantizan el bienestar para todos, sino que lo han brindado a una pequeña clase privilegiada. El partido uribista se forma como reacción a la instalación de los diálogos de paz y al reconocimiento del conflicto interno. Las políticas económicas y sociales de la unidad nacional son en esencia las mismas de la mente uribista. Defienden los privilegios de una clase dominante y emergente aunque el discurso sea de corte populista en algunos aspectos.

La oposición del POLO nace de la convicción profunda de que un país más justo es posible y se sustenta en la movilización social de las grandes mayorías, esas que Jorge Eliécer Gaitán llamó el país nacional; en tanto que la oposición uribista se basa en la movilización de los intereses de las castas ultraconservadoras que defienden el status quo y son gobierno desde los albores de la república. Lo que Gaitán denominó el país político.

La oposición del POLO busca que todos los sectores productivos nacionales tengan prioridad frente a los extranjeros y garanticen el empleo de los nuestros y por ende mejores condiciones de vida. Busca la salud como un derecho fundamental efectivo, una educación pública de calidad, a cargo del Estado y con cobertura y garantías para todos los colombianos, unos servicios públicos que desde el Estado garanticen bienestar general y no que defiendan el lucro de pequeños grupos económicos tradicionales o emergentes, y de forma especial el ejercicio de la soberanía nacional.

La oposición del Centro Democrático es responsable de un sistema de salud que privatizó el servicio y ha ido diluyendo el derecho fundamental, como de la eliminación de los derechos de los trabajadores con sus reformas laborales, de la crisis contemporánea en el campo – entre otras actuaciones, le entregó el AIS a los amigos ricos y poderosos del país-. La soberanía la entregaron en manos de las corporaciones extranjeras a través de TLCs y convenios comerciales varios.

Mientras el POLO apoya la búsqueda de la paz y defiende el actual proceso aún cuando espera que sea más profundo su sentido, el partido uribista busca detener este anhelo con el fin de ocultar la verdad histórica de esta guerra y las responsabilidades de quienes representa.


La oposición del POLO es vocera de los anhelos del país nacional, mientras que la oposición uribista corea los designios de un caudillo y su clase minoritaria.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Los retos de Telefónica de Pereira, frente a la fusión con Millicom

Por: Pierkey Herrera Taboada




Telefónica de Pereira es propiedad de UNE-Telecomunicaciones, empresa que además ha entrado en proceso de Fusión con Millicom, Multinacional de origen luxemburgués, propietaria de TIGO, empresa de comunicaciones móviles. Esta fusión fue un debate que se concentro en Medellin y al cual no se le dio mucha importancia ni publicidad en Pereira, a pesar de que definía el rumbo de nuestra empresa local de telecomunicaciones. Dicen que después de ojo afuera no hay santa lucia que valga, pero aun asì creo importante decir algunas cosas frente al tema.

Uno de los argumentos que han esgrimido los impulsores de la fusión es la necesidad de que la Empresa pueda acceder a economías de escala que aseguren su supervivencia y posicionamiento en el reñido nicho de las Telecomunicaciones, segmento en el que la inversión en tecnología así como las sinergias con experiencias robustas garantizarían no sucumbir ante los pulpos internacionales del sector.

Todos estos argumentos “técnicos y económicos” esconden lo esencial, que se entrego el patrimonio público, las Empresas construidas con el esfuerzo colectivo de la ciudadanía a grandes Inversionistas Privados, todo en aras de engordar las billeteras de la Burguesía Compradora y financiera internacional.

Se habla insistentemente de los beneficios que la Fusión con Millicom traerá para UNE, ya que Telefónica de Pereira se encuentra en medio de este proceso, es necesario que los trabajadores y trabajadoras tratemos de conocer a que nos enfrentamos. Trataremos de aportar en este sentido.


MILLICOM INTERNACIONAL UN FONDO DE INVERSIÓN DISFRAZADO DE EMPRESA DE TELECOMUNICACIONES




La Empresa MILLICOM es en un 36% propiedad del Fondo de Inversiones Sueco Investment AB Kinnevik, fondo de inversiones que es controlado por la familia sueca Stenbeck, ese control lo ejercen a través de fundaciones radicadas en paraísos fiscales como Liechtenstein y Luxemburgo, además de la familia Stenbeck también participan en el grupo inversionistas suecos públicos y privados. EL fondo de Inversiones Kinnevik también tiene intereses en sectores nada relacionados con telecomunicaciones como Papel, Agricultura y Carton. (http://www.unav.es/fcom/comunicacionysociedad/es/a Communication & society03/13/13).

Es claro entonces que más que una Empresa de Telecomunicaciones con alto valor agregado en investigación y desarrollo, con una amplia experiencia en el sector y con manejo de fuertes mercados internacionales, nos encontramos con un Fondo Especulativo Internacional que traslada su capital a los lugares donde puede hacerlo rentar de manera eficiente, en el momento en que esa condición cambie migrara sus capitales a otros sectores que le permitan seguir vegetando. Nos enfrentamos así a una amenaza mayor, que si estuviéramos hablando de una Multinacional ligada al sector, no olvidemos que la crisis económica mundial del 2008 ya nos mostró el papel vampiresco de estos fondos de inversión.


¿QUIEN APORTA A QUIEN EN ESTA OPERACIÓN DE FUSIÓN?

Se ha planteado en numerosos escenarios que UNE salió ganando con la mencionada fusión porque accede fuertemente así al sector de datos móviles en el cual no tiene experiencia suficiente, sector que al ser el futuro de las tendencias del mercado garantizara la sobrevivencia de la Empresa. Este argumento no es del todo cierto, los debates dados alrededor de las propuesta Medellin nos Une, frente popular que lucho contra la fusión, demostraron que en el mundo el trafico de datos de mayor volumen, sigue trasmitiéndose a través de la Banda Ancha Fija, precisamente donde es inmensamente superior UNE a TIGO-Millicom. Miremos por encima las cifras aportadas por ellos:

• El tráfico mensual de datos en 2013 fue de 40000 petabytes por medio de red fija mientras por comunicación móvil no llego ni a los 5000 petabytes. (http://www.ispreview.co.uk/index.php/2012/05/cisco-vni-report-predicts-quadruple-surge-in-world-internet-traffic-by-2016.htm).






• En el 2011 la estructura de ingresos del mercado de E.U. nos mostraba un total de redes fijas de un 61.6%, frente a un 37.3% de red móvil. (http://www8.gsb.columbia.edu/ci//industrynews/USTelecomMarket)

Se podría contraargumentar que esta tendencia cambiara con el advenimiento masivo de las redes LTE y 4G, con las cuales es claro que el porcentaje de la torta para las comunicaciones móviles crecerá, pero este crecimiento solo será en mercados donde el acceso fijo sea muy complejo, las proyecciones permiten concluir que en los lugares donde existe ya una red fija eficiente y con anchos de banda suficiente estas se mantendrán e incluso prosperaran, ya que los usuarios domésticos, que son los que UNE tiene hoy en día, demandaran cada vez mayor cantidad de datos los cuales a corto y mediano plazo solo podrán ser suplidos por las redes fijas. Adicionalmente hoy se habla en el mundo de las telecomunicaciones de las convergencias, donde un sistema no reemplazara a otro sino que se complementaran usando las ventajas comparativas que el terreno, los mercados y las nuevas tecnologías provean.

Podemos decir entonces, que gana mas TIGO-MILLICOM a pesar de que aporta menos.


LOS RETOS QUE LA FUSIÓN IMPONE A LOS TRABAJADORES Y A SU ORGANIZACIÓN EN PEREIRA




La Superintendencia de sociedades acaba de dar el ultimo aval que necesitaba la Fusión, lo que deja en firme la operación, eso resta margen de maniobra a los trabajadores para seguir ejerciendo oposición a la entrega del patrimonio público. El reto es ahora reorientar los objetivos y táctica de lucha, proponemos entonces el siguiente camino:


· Defensa de los Derechos Adquiridos de los Trabajadores y la Convención Colectiva de Pereira.


· Defensa de la Empresa como generadora de puestos de trabajo locales.


· Defensa de un mercado que se ha mantenido en voz fija y ha crecido sustancialmente en datos.


· Apoyo de la ciudadanía Aglutinando todos los intereses políticos y económicos locales, que entiendan la importancia de esta Empresa para la región, impidiendo un posible desmantelamiento de las capacidades instaladas y del conocimiento adquirido por sus trabajadores en años de labor.


Todo lo anterior exige de Sintraemsdes y de sus afiliados un papel protagónico, es necesario prepararnos para una lucha que debe abarcar toda la ciudad.

martes, 2 de septiembre de 2014

Ellos, las élites

Tomado de periódico Ámbito Jurídico No. 398 de Julio 21 a Agosto 03 de 2014. Pág. 13  [1[i]]


 
Movilización social SENA 2012 Dosquebradas - Pereira
“La élite del poder normalmente está compuesta por hombres de educación, origen, carrera y estilo de vida similares (…) estas personas ejercen un grado de sinergia mayor – contacto, afinidad, trabajo, cooperación – con sus pares líderes y directores de corporaciones altamente articuladas, que con sus mismos colaboradores. De esta forma, las cúpulas de las esferas económicas, políticas y militares conforman una red  cerrada de intereses que les permite no sólo mantener su posición de privilegio sino entender el espacio de poder como suyo.  Varios políticos se mueven  con facilidad en las esferas económicas, varios militares se convierten en políticos y varios políticos transitan con facilidad a las cimas del poder económico. Esto, implica que como lo ha sostenido Murray en las descripciones contemporáneas de la distribución de clases estadounidense, la clase alta es fundamentalmente endogámica, cerrada y distante del resto de grupos sociales. Eso hace que los canales sociales de contacto sean mínimos, los procesos de reconocimiento del otro sean reducidos y por ello, la toma de decisiones sea completamente aislada de determinadas realidades sociales”.

“(…) Mills menciona que los grupos por fuera de las élites del poder que están dentro de los procesos políticos de búsqueda de posiciones altas  no pueden tener esperanzas de lograr su objetivo. Él sustenta su postura respecto de las clases medias con aspiraciones políticas en varias afirmaciones:

1.    Los niveles medios de discusión política, a los que esta clase de personas tienen acceso, no poseen el alcance nacional y mucho menos internacional necesario para llegar a algún tipo de posición importante en el gobierno. Las dinámicas en que las élites del poder operan normalmente eluden al Congreso y los escenarios democráticos deliberativos (…).

2.    El escenario de deliberación política mediada por partidos y organizaciones políticas ya no están en un campo de encuentro de  los intereses de grupos en diferentes posiciones y con distintos capitales. En lugar de ello, estas organizaciones en la actualidad representan las agendas meramente individuales de las personas que los componen, teniendo un mínimo o nulo contacto con las bases sociales dentro de la estructura de la sociedad de masas.

3.    La clase media estadounidense está disminuida y ya no puede percibirse como una base de poder independiente, un vínculo de unión o un espacio de encuentro y balance. Todo lo contrario, está casi anulada por la asimetría en la distribución del poder existente entre dos sectores que no se conocen pero ocultan su desconocimiento en la lealtad de las clases medias en forma de cuellos blancos y burocracias, hacia las élites del poder,

Las condiciones anteriores se combinan con una despolitización creciente derivada de la mercantilización de los medios de comunicación y la privatización de la opinión pública para consolidar el modelo de la élite del poder, donde un grupo particular de personas toma las decisiones políticas que definen los destinos de todos, sin que nadie se dé cuenta.


Al respecto Mills señala, como resultado de su observación, que las masas son fundamental y voluntariamente indiferentes a la toma política de decisiones, lo que acaba por fortalecer la asimetría en la distribución de poder. En estos contextos, las masas han perdido la voluntad de participación porque saben que no poseen los instrumentos para la toma de decisiones; han perdido el sentido de pertenencia política porque ya no pertenecen a ninguna comunidad que se imagine como un todo incluyente, y han perdido su voluntad política, porque ya no existen maneras de experimentar esa sensación de agencia o de poder. Por esa razón, los sectores con menor poder distributivo dentro de la sociedad están políticamente fragmentados e incrementalmente más desposeídos de poder y agencia”.


[1[i]] Escrtito por AKHIL GUPTA, ARADHANA SHARMA, MICHAEL LIPSKY, CHARLES WRIGHT MILLS.
Las burocracias, Estudio preliminary de Lina Buchely, Siglo del Hombre Editores, Universidad de los Andes, Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar, Bogotá, 2014, pags. 45 a 47.