domingo, 29 de mayo de 2011

LA PIRÁMIDE INVERTIDA

Por. Carlos Mario Marín Ossa.


Los últimos meses en diferentes lugares de la geografía mundial, se han desatado movimientos por la reivindicación de los derechos civiles, de los grupos sociales y de la justicia que se espera recibir por parte de ese ente abstracto y lejano que es el estado. En Colombia también en las semanas anteriores vemos como la sociedad civil, harta de los desmanes y abusos de aquellos a quienes se ha llevado a los puestos de dirección del estado; manifiestan su descontento y las marchas de protesta no se han hecho esperar.

Foto. Carlos Mario Marín Ossa.


Porque nos asomamos con estupor ante el cinismo sin medida con que nuestros dirigentes han enfilado sus ambiciones sin par, pasando por encima de cualquier predicción pesismista respecto a la corrupción que se le endilga por antonomasia a la clase dirigente de este país.

Es tan desconcertante y abyecto el grado de desfachatez con que se han robado y siguen robando  este país, que la gente ya no aguantó.

Porque según nos enseñaron desde niños, la base de esta democracia que se pregona desde los círculos de poder y  a través de sus medios masivos de comunicación, es la masa del pueblo común y corriente (el constituyente primario). En la cima de la pirámide se encuentran aquellos que el pueblo privilegia por sus condiciones especiales para administrar el bien común según los dictados de sus electores. Pero resulta que la pirámide se invirtió; y ahora esos pocos "privilegiados" deciden por todos y determinan lo que nos conviene. En ese proceso antinatural que se han apropiado,  los ciudadanos debemos obedecer sus dictados, contribuir con lo que manda el estado le corresponde tributar a cada ciudadano para construuir las arcas del bienestar común, pero además debemos contribuir con los huecos fiscales que ellos crean para hacer crecer sus cuentas personales y las de sus allegados; e incluso empeñar nuestro futuro económico con estados foráneos para que ellos puedan obtener y conservar su visa.

En la última semana fuimos testigos de la movilización ciudadana en bloque, porque ahora no son sólo los afectados los trabajadores como tal, aquellos que pertencen a las centrales obreras, sino también quienes tradicionalmente han sido ajenos a estas causas, pero que ahora ven amenazados sus derechos y futuro en la recepción de los derechos de salud, educación y servicios públicos que por "mandato constitucional" corresponde garantizar al estado y a sus administradores.

Foto. Carlos Mario Marín Ossa.


Sin embargo la desfachatez campea por los pasillos del congreso, de la presidencia, gobernaciones, asambleas departamentales, corporaciones autónomas, servicios de seguridad, alcaldías y concejos .municipales. Parece que estos "líderes" nos consideran sus amenazas y emplean el dinero del estado (que nosotros tributamos) para desarrollar a su antojo todos los métodos de sometimiento cultural, laboral, político, económico y armamentista. 

Somos dueños de nuestra riqueza como nación. Es hora de emplear nuestro derecho sobre ella y defenderla sin desfallecer.


martes, 24 de mayo de 2011

"¿No le gusta el país en el que vive? ¡¡Cámbielo usted mismo!!Y si no participa.... ¡NO SE QUEJE! SE PUEDE COMENZAR CON ... ESTAS SENCILLAS COSAS....

(Una colaboración de Guillermo Aníbal Gärtner Tobón a propósito de ideas de su primo)

¿No quiere que le roben ?Solución: No compre robado.
¿Encuentra desatinado el robo de camiones de carga, a veces hasta con asesinatos de los camioneros? Solución: Exija la factura en todas sus compras.

¿Usted encuentra inadmisible el desorden causado por los vendedores ambulantes? Solución: Nunca compre nada a ellos. La mayor parte de sus mercancías son productos robados, falsificados o contrabandeados.

¿Usted encuentra absurdo el enriquecimiento ilícito? Solución: No lo admire, ni lo practique; repúdielo, y no dé mordidas, ni pequeñas ni grandes.

¿Usted encuentra desesperante la cantidad de mendigos en los semáforos y/o en cada esquina? Solución: Nunca les dé NADA. Canalice su ayuda solidaria directamente a las instituciones de su confianza. (pero, si no cumple con lo segundo, no se sienta bien haciendo lo primero, no sirve para justificarse, sea honesto consigo mismo)

¿Usted encuentra inadmisible que las lluvias inunden la ciudad?
Solución: Solamente tire papelitos y basura en los canastos de basura, barra su acera, y si construye, no eche la basura en las alcantarillas... Rechace lo que puede generar mucha basura, recicle y reutilice todo lo posible.

¿Usted encuentra indignante que haya revendedores de entradas para espectáculos? Solución: No les compre, aunque eso signifique perderse el evento. Mejor trate de comprar con oportunidad.

¿Usted encuentra terrible el tránsito en su ciudad? Solución: Nunca cierre el paso, respete las normas, estaciónese en los lugares habilitados, no se estacione en doble fila, practique la técnica de paso 'uno por uno', USE LAS DIRECCIONALES, NO pite, LOS PEATONES TIENEN PRIORIDAD SIEMPRE..

¿Usted Considera alarmante el índice de criminalidad en este país? Solución: invierta en COLOMBIA si es empresario; trabaje con calidad si es empleado y ambos paguen sus impuestos. No sea avivato, no tenga un cargo retribuido que no le genere trabajo, es decir, no permita que se le pague por no hacer nada, ni lo permita en los demás. ¡Produzca con calidad y pague sueldos de dignidad! Con ello, podrá darles una educación de calidad a sus hijos y evitar la formación de delincuentes. No hay criminal que no salga de una familia.

¿Usted Encuentra terrible el problema de la drogadicción?
Solución: No desatienda a sus hijos (ellos son más importantes que su trabajo o sus amigos; son un tesoro de Dios del cual usted está a cargo y del que va a tener que dar cuenta), críelos con la base de que Dios es lo más importante en nuestras vidas y edúquelos con valores. Hacíendolo, ni siquiera tendrá que vigilarlos.

¿Usted Encuentra que los politicos no han hecho nada en siglos? ¿que se roban nuestros recursos? Solución: No venda su voto, lea sus propuestas, denuncie las irregularidades......el dinero del Estado es su dinero....el de sus hijos...el de su FUTURO.

Si usted considera que ninguna de las cosas anteriores mejoraría este país o cualquier otro, entonces usted es parte del problema y no de la solución. ¡piénselo! Y forme parte de la solución, no del problema que aqueja a la nación. LA SOLUCIÓN INICIA CONMIGO Y CON USTED. Y si no participa..... ¡NO SE QUEJE! Estamos pasando por una etapa de falta de civismo y de patriotismo. Necesitamos cambiar nuestro comportamiento para que podamos vivir en un país donde tengamos el orgullo de decir: YO SOY COLOMBIANO. Si no reacciona y permanece inmóvil, usted no contribuye con nada; por lo tanto, no tiene autoridad para reclamar. Practique los puntos con los cuales usted concordó e intente practicar también aquellos con los cuales no lo hizo.
Y, sobre todo,divulgue este mensaje (por lo menos entre sus amigos), pues así estará contribuyendo para una COLOMBIA mejor.
Necesitamos mejorar nuestro país.Vamos todos a vivir con ÉTICA y eso tiene que comenzar con cada uno.

LA PROTESTA EFECTIVA



Por. Carlos Mario Marín Ossa


Fotos. Carlos Mario  Marín Ossa

A la vista de los problemas que aquejan a la sociedad moderna en todos los ámbitos en que esta se mueve, se encuentran manifestaciones de rechazo, de aceptación, solidaridad o indiferencia.  Hay esferas del acontecer cotidiano que afectan más directamente a las personas y ante las cuales se presentan reacciones en los sentidos citados anteriormente (rechazo, aceptación o indiferencia). Son estas las que tienen un impacto directo y duradero en la sociedad, por cuenta de las instituciones que ella misma ha creado y que son dirigidas por personas que esta sociedad elige para llevar las riendas, la administración, la gerencia y revertir sus beneficios al total de las personas ( que es lo deseable ) o en su defecto hacer sufrir la carga negativa de sus actuaciones y decisiones erradas ( por error o por mala fe ) al conjunto social y a las generaciones venideras. Hablamos pues de las instituciones  sociales llamadas El Estado, El Gobierno, Las Clases Políticas, Las Clases económicas entre otras. 

 

Como se sabe y se hace evidente cuando uno se informa un poco, haciendo uso aunque sea mínimo, de la mínima porción del cerebro que utilizamos los seres humanos durante nuestra vida; la gran mayoría de los habitantes del planeta y por reducción geográfica, los habitantes de Colombia, no somos quienes realmente gobernamos, ni llevamos las riendas del país, ni elegimos libremente a nuestros representantes políticos, ni incidimos en la oferta y la demanda del mundo capitalista como lo proclaman las tesis del neoliberalismo “LAISSER FAIRE LAISSER PASSER” (“dejar hacer, dejar pasar”).  Aunque muchos se resistan a creerlo la voz del pueblo no es la voz de Dios en el mundo moderno ( quién sabe si alguna vez lo fue? ).

En nuestro caso y muchos otros, la constitución política de Colombia no es el reflejo de la voluntad de ese pueblo que nos enseñan es el constituyente primario en cuyo seno reside el poder y la orientación primigenia del estado. Por el contrario, la constitución  ha sido redactada, atendiendo los intereses y la voluntad de los grupos que realmente tienen el poder y de unos pocos que en ciertas etapas de la historia nacional han logrado imponer por la fuerza generalmente de las armas, algunas visiones que no necesariamente representan la de la mayoría. Quienes son estos grupos?

Se trata nada más y nada menos que de las familias que poseen la riqueza del país: Financiera, Industrial y terrateniente. Es más incluso corporaciones extranjeras influyen en el marco de nuestra constitución que es sometida a la tijera de las reformas y sus consecuentes remiendos según varíen los intereses económicos en cada coyuntura. Las otras fuerzas que han logrado imponer algunas posiciones son los grupos armados irregulares que se han desmovilizado y acogido a la civilidad y los que han aparentado hacerlo.

Pasamos así a comprender por qué las decisiones que se toman en los ámbitos políticos y económicos (que son la misma cosa) cuando nos afectan negativamente, generan nuestro descontento al no sentirnos representados. Ese malestar se traduce en la protesta; y esta escala diferentes niveles hasta llegar a la protesta social masiva con movilizaciones callejeras y los paros.  Los estudiantes y algunos gremios sindicalizados son los que en nuestro país hacen mayor uso de ellas. Con frecuencia vemos estas movilizaciones sociales de protesta que se trasladan por nuestras calles lanzando arengas, portando pancartas, repartiendo documentos escritos que manifiestan su pensamiento y contienen sus posiciones y demandas ante las situaciones particulares por las cuales se protesta. Por lo regular se trata de defender bienes públicos, programa sociales obtenidos a través de luchas llevadas a cabo durante décadas, las cuales cuentan con  el beneplácito de la ciudadanía como también con la simpatía de la misma, que parte de la identificación que la mayoría siente por las causas justas que en algún momento de la historia puede ser la causa propia.

Foto. Carlos Mario Marín Ossa

Pero también con frecuencia vemos como integrantes de dichas protestas hacen uso del grafitti contra las paredes de uso público (universidades, colegios, alcaldías, hospitales, bibliotecas, etc), contra las paredes de uso privado (almacenes, supermercados, casas de familia, cámaras de comercio, cafeterías, etc). También se utilizan las piedras, palos y otros objetos contundentes contra los citados bienes públicos y privados. Se utilizan los cocteles molotov contra la policía y demás fuerza armada del estado, que está conformada por sujetos promedio de la gran masa de la población ( capas sociales pobres y clases medias en menor proporción).

Se logrará con estas actitudes realmente obtener un cambio acerca de las situaciones sociales y políticas que nos son desagradables y vulnerativas de nuestros intereses mayoritarios? Obtenemos el beneplácito y la identificación de la gran mayoría de la ciudadanía hacia nuestras justas demandas? Se sentirá dispuesta la sociedad a apoyar nuestras causas en diferentes frentes de acción incluídas las urnas? La policía siempre piensa en reprimir “per se” la protesta social?

Y la respuesta es NO.  Las vías de la fuerza en contra de los actores equivocados no conduce a nada. No logran nada efectivo que beneficie la causa que lleva a la protesta. Porque el comerciante en sí no tiene toda la culpa de los desbalances sociales (especialmente los pequeños), los trabajadores de los sectores gremiales tampoco, ni la tienen las familias que tienen sus viviendas ubicadas en los sectores por donde habitualmente se realiza el desplazamiento de la marcha. No tienen la culpa de las decisiones políticas erradas ni malintencionadas, ni dolosas que los “padres de la patria” y demás representantes públicos de los niveles nacional regional y municipal, trazan en contra de las gentes que dicen representar; ninguno de los empleados de nivel inferior de las entidades públicas, ni los estudiantes de universidades, colegios y escuelas, ni profesores no sindicalizados y otros empleados no acogidos a las centrales obreras.

La razón es que no son ellos quienes tienen el poder de decisión sobre este país. La normatividad y las leyes están hechas a la medida de los grupos que detentan el poder económico y que tienen el dinero, la ascendencia y la raigambre para colocar en los puestos de dirección política del estado a sus representantes. Es contra estos grupos que hay que enfilar la protesta. Pero de forma inteligente, contundente, dirigida, sistemática, articulada y masiva.

Fotos. Carlos Mario Marín Ossa

 

Si la protesta es violenta, la constitución y las leyes que han sido hechas para la defensa del capital y sus dueños, serán empleadas para acallarla. Y para ello se hará uso de la fuerza de las armas del estado que han sido compradas con el dinero del erario público, es decir, con el dinero de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. Se utilizarán los miembros de la fuerza pública y militar extraídos de las mismas capas sociales que son afectadas por las decisiones de los “dueños” del país y pagados sus salarios con nuestros propios impuestos, se utilizará en nuestra contra el entrenamiento militar y policial que nosotros les hemos pagado, así como todas las herramientas técnicas y tecnológicas dispuestas para la fuerza pública compradas por el grueso de la sociedad. Y todo esto se utilizará contra el manifestante sin ninguna medida.  Además contarán en el proceso con el visto bueno de la ciudadanía que se ha visto afectada por la agresión a sus bienes y a su dignidad durante la protesta mal dirigida.

¿Cómo protestar entonces?

De forma efectiva. Cuando tratamos de comunicar una idea, comercializar un bien, socializar una propuesta; utilizamos los medios, herramientas y el lenguaje que nuestro interlocutor comprende. Apelamos a sus sentimientos y a su razón. Hablamos y actuamos en el lenguaje que este entiende. De igual manera una vez hemos identificado al actor social que impide el avance del colectivo social para lograr él, imponer sus intereses particulares, que en todos los casos se reducen a la obtención del lucro particular y al aumento de sus riquezas, a la conservación de  sus privilegios con menoscabo del bienestar general; entonces es allí cuando actuamos afectando sus intereses y actividades de lucro. Hacemos uso del “BOICOT” utilizamos el concepto de “consumo ético o responsable”.

Si identificamos qué empresas, qué conglomerados financieros, grupos económicos y terratenientes (incluídos los ganaderos) se encuentran detrás del alcalde, gobernador, congresista o presidente que vulnera los derechos colectivos, creando leyes antisociales, dictando y proyectando políticas que nos llevan a la pobreza, que son abusivas y desconocen las realidades económicas y sociales de nuestro pueblo, que minan nuestra calidad de vida o la posibilidad de mejorarla, que extienden la desigualdad en el tiempo y las generaciones, que desconocen los derechos laborales y civiles; podemos actuar contra ellos. Y es sencillo y legal. No compramos ni consumimos sus productos. Instamos a la comunidad a establecer un repudio social contra estos productores y sus productos. Y a difundirla. Tocamos sus bolsillos, afectamos sus ganancias. Establecemos la probabilidad cierta de debilitar sus privilegios, de extinguirlos, de ponerlos en evidencia ante el conjunto de la sociedad. Los llevamos a sentir lo que implica abandonar su insensibilidad y su cinismo, lo que es tener vergüenza, lo que se siente al ser repudiado. Los volvemos a la tierra. Los volvemos simplemente humanos.
La historia nos ha mostrado que este camino es el efectivo, porque no alimenta la industria armamentista, no dinamiza al sistema capitalista, no induce al consumo que genera más avaricia y ansias de lucro, no genera más dividendos para los políticos serviles al servicio del gran capital. Por el contrario, les amarga la vida. Y sin paga. Sin paga ellos no se aguantan la situación.

Primero fue Charles Parnell y los labriegos en Irlanda. Gandhi lo hizo contra el poderosísimo imperio Británico, Martin Luther King a expensas de la reacción de la costurera negra Rosa Park, puso en jaque al gremio del transporte de Alabama y logró el reconocimiento de sus derechos civiles, La oficina Internacional para la paz en Francia, obligó al gobierno de Jacques Chirac a eliminar las pruebas atómicas en la polinesia Francesa, absteniéndose de comprar vino francés y promoviendo el boicot. Más recientemente la campaña “Stop Killer Coke” dirigida por un estudiante y activista norteamericano contra Coca Cola Internacional impidió que en varias universidades y colleges de los Estados Unidos  se distribuyeran los productos de la multinacional, por las denuncias del apoyo que esta dio a los paramilitares en Colombia, para actuar contra el movimiento sindical obrero.  Esto obligó a revisar la actividad de  Coca Cola en Colombia y Estados Unidos, generó pérdidas que la multinacional se negó a comunicar y llevó a replantear su posición frente a la intervención en Colombia. 

En 2009 ante el escándalo por los abusos clientelistas y la política contra el pueblo desde el ministerio de agricultura, dirigida por el entonces ministro del ramo en Colombia, llamado AgroIngreso seguro que regaló los recursos del erario público a ricos contribuyentes de las campañas proselitistas del gobierno de turno y se lo negó de forma democrática a la masa de campesinos necesitados, se identificó al grupo Daabon que comercializa aceite de palma hacia el Reino Unido. Las protestas que se hicieron y la amenaza de boicot (aunque fuera implícita) hacia los importadores del producto en Inglaterra, llevó a estos a cancelar los negocios con los beneficiarios corruptos del mencionado desmadre en nuestro país.

El llamado es a emplear la resistencia civil. Actuemos de forma consistente y lógica con los postulados de nuestras demandas. Si intentamos defender la propiedad común del estado (que nos pertenece a todos), no la destruyamos en el proceso. Si pedimos el respeto a nuestros derechos civiles, no vulneremos el derecho de quien no está de acuerdo con nosotros, ni de la fuerza pública que cumple órdenes a veces incomprensibles, pero que en última medida está compuesta por ciudadanos salidos de nuestros orígenes sociales.

¡El poder se construye con nuestra decisión acertada!