El poder en los
sectores populares se expresa mediante
la construcción del
mandato popular y la generación de
transformaciones
en nuestras
realidades. Lo cual se evidencia en la capacidad de acción de un
colectivo para
construir sus propios procesos económicos, sociales,
culturales, políticos,
en beneficio de la colectividad y la sociedad en general,
ubicado en un contexto
determinado, mediado por su identidad y cosmovisión.
(Ponencia de Congreso de los Pueblos Eje Cafetero,
durante
El seminario político ideológico nacional en 2015)
Por: Carlos Mario Marín Ossa
@MarioossaM
En Colombia
tradicionalmente, las comunidades de sectores populares, se han asociado y
organizado en busca de soluciones a sus problemáticas más sentidas. Desde los
valores fundantes de los pueblos que constituyen nuestra nación [i], hasta las nuevas relaciones
de cooperación y participación que avanzan en la exigencia cada vez mayor de
niveles de participación real en los temas que las afectan.
A partir de los
procesos de negociación con diferentes insurgencias, en los comienzos de la
década de los años noventa, la necesidad y exigencia de participación de la
sociedad se intensificó. Hasta ahora, dichos procesos de negociación con las
insurgencias armadas, se han reducido a procesos de desarme, desmovilización y
reintegración. No se avanzó en procesos de búsqueda de una paz real e integral,
que genere transformaciones que solucionen el conflicto social y político.
Tampoco se avanzó en un proceso de reconciliación. Hasta las negociaciones de
la Mesa de La Habana, con la insurgencia armada de las FARC-EP, estos matices
no se habían tenido en cuenta; y con este último proceso, muchas cosas quedan
aún pendientes.
Instalación de la Mesa de Negociación en Quito-Ecuador, entre el gobierno de Colombia y la insurgencia armada del ELN. Febrero 07 de 2017 |
Por ahora, las mismas
élites de siempre, decidirán hasta qué punto avanzarán en las políticas
contenidas en los acuerdos de paz de La Habana y qué tanto será el cumplimiento
de lo acordado. El cumplimiento inicial de las condiciones adecuadas para que
los combatientes puedan ubicarse en las zonas transitorias y dar el paso hacia
la reintegración civil, deja mucho que desear de la real voluntad de las élites
y de la disposición de respetar los acuerdos.
La instalación oficial
de la Mesa de Negociación de Quito, entre el gobierno de Colombia y la
insurgencia armada del Ejército de Liberación Nacional – ELN, plantea nuevos
retos para los avances democráticos, económicos, sociales, políticos y
culturales que permitan el camino y consolidación de una paz cierta, estable y
duradera. Es más, su desarrollo puede influir mucho en la medida de avance y
cumplimiento de los acuerdos de La Habana.
En la instalación oficial
de esta mesa, quienes asistimos a la capital del Ecuador como sociedad civil
que se organiza en una propuesta de participación social para la paz, que apoya
esta nueva búsqueda de solución política al conflicto armado y social; pudimos
apreciar los planteamientos oficiales de las partes.
La intervención del
jefe negociador de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, mostró que a pesar de
la desconfianza en las élites que gobiernan a Colombia, desconfianza que se
remonta a los incumplimientos y traiciones históricas y sucesivas con la
revolución de los Comuneros, con las guerrillas liberales y de los llanos entre
otras experiencias, existe la voluntad política para avanzar en la búsqueda de
una salida negociada al conflicto armado y la construcción de la paz, siempre y
cuando se generen las condiciones y cambios necesarios para la justicia y
equidad social.
Insistió en la
necesidad de cambio de todos los actores del conflicto armado y social.
Manifestó el aliento que genera la esperanza de los colombianos y la suma de
fuerzas de las mayorías que reclaman participación, ser escuchados y que
quieren la paz. Nuevamente manifestó que “resolver las diferencias, depende de
la voluntad de las partes para cambiar”. “Estos diálogos son para
mostrar voluntad política de cambio” recalcó. Es decir, que presenta a la
sociedad algunas de las claves fundamentales para esta insurgencia a la hora de
avanzar en dicho proceso de diálogos y negociación: cambios y participación de
la sociedad.
A su turno, el jefe
negociador de la delegación del gobierno de Colombia, Juan Camilo Restrepo,
Mencionó e insistió de forma reiterada en la adopción de rutas concretas para
avanzar en el camino que el país “necesita”, en la celeridad prudente con que
deben avanzar los presentes diálogos y negociación sin “sustituir las
instituciones legítimas del país”. En varias ocasiones apeló a recordar que
dicha mesa se desarrollaría apegada al marco y espíritu del acuerdo de marzo de
2016. Mencionó además que el proceso que allí se iniciaba era independiente de
otros.
Rueda de prensa de organizaciones sociales, sociedad civil que plantea la participación integral y vinculante en el proceso de diálogos. Quito. Feb 7/17 |
Sin embargo a quienes
asistimos como sociedad civil organizada, que exige participación y que la voz
desde las regiones y territorios sea escuchada y tenida en cuenta durante este
proceso de negociación, nos sorprendió escuchar la manifestación de Juan Camilo
Restrepo cuando dijo “entendemos que la modernización del Estado pasa por la
participación de la sociedad en los asuntos que la afectan directamente” pero
pocos momentos después concluye que las propuestas de la sociedad serán
escuchadas sin tener las mismas “carácter vinculante”.
Es decir, la voz del
pueblo resultaría un placebo durante el actual proceso de negociación política
al conflicto, que se inicia en Quito. Esto, desde la óptica del gobierno de
Colombia.
Entonces, surgen
algunas inquietudes desde nuestra posición:
1.
Si
las consecuencias del largo conflicto armado, político y social que vive
Colombia, las padecemos las personas de a pie, entiéndase la sociedad, pueblo,
ciudadanía; ¿por qué no se va a atender la manifestación expresa de ese pueblo,
los mandatos desde las regiones y desde la entraña de la nación? La paz se
construye con el concurso nacional y no por decreto de una mesa.
2. ¿Cuál es el carácter de la
participación de la sociedad, acordado en el punto 1 de los acuerdos de marzo
de 2016? ¿Lo entienden igual gobierno e insurgencia?
3. Si la voz del pueblo no es vinculante,
¿cuál es la legitimidad de la democracia colombiana? ¿Existe esta en realidad o
sólo es una manifestación escrita que no tiene alcance en la realidad?
4. Si la voz del pueblo no es vinculante,
¿son legítimos el presidente de Colombia y su equipo negociador para hablar con
la insurgencia en nombre del país? ¿O es que existen un país de las élites,
donde su voz si es vinculante y un país de los excluídos, que de paso somos las
mayorías nacionales, donde lo que queramos no importa? ¿Reconocen el gobierno y
su equipo negociador esta dualidad?
Para cerrar la jornada, los voceros de
la sociedad civil que asistió a Quito, invitaron a ambas delegaciones
negociadoras a un acto político y cultural con dicha sociedad civil, para
entregar además un documento nacional consolidado con un ejercicio inicial de
participación y propuestas que se esperan sean tenidas en cuenta en la
discusión de la mesa de Quito. La delegación del gobierno de Colombia no aceptó
la invitación. Sólo asistieron la delegación del ELN, los representantes de los
países garantes y facilitadores y una representación del movimiento social
ecuatoriano.
Acto de reunión de la sociedad civil con las partes negociadoras de la Mesa de Quito. El equipo de gobierno colombiano no asistió. |
A la Mesa de Quito queremos enviar un
mensaje: La paz se construye con participación de la sociedad, participación
vinculante, y se construye con cambios reales que permitan superar las causas
históricas del conflicto. Estamos de acuerdo con la manifestación del
representante negociador del gobierno, en cuanto a la necesidad de ceñirse al
contenido de lo acordado en marzo de 2016. Una nueva exclusión sólo sirve para
reciclar nuevas violencias.
[i]
Reflexiones y aprendizajes para un nuevo socialismo, a partir de la
movilización contemporánea. Disponible
en http://opinadorglobal.blogspot.com.co/2016/07/reflexiones-y-aprendizajes-para-un.html